Junto a las actuaciones encaminadas a minimizar el consumo energético y a la descarbonización, otro pilar clave de Construcción Sostenible que enmarca muchos de los proyectos e iniciativas actuales de Saint-Gobain Glass, es la circularidad.
El vidrio es un material noble que puede reciclarse infinitas veces. Recuperar un material para su reciclado supone dar valor a un residuo, siendo conscientes de su disponibilidad limitada y del posible agotamiento de muchas de las materias primas que los componen. Hace años Saint-Gobain tomó la iniciativa de recoger residuo de vidrio, ya que su uso en la fabricación de vidrio contribuye a reducir de forma importante la tasa de emisiones de CO2: cada tonelada de vidrio reciclado, evita la emisión de 300 kg de CO2 y la extracción de 1,2 toneladas de materias primas vírgenes.
Por todo ello, a través de Climalit ORAÉ, Saint-Gobain Glass promueve la recogida de vidrio procedente de ventanas y de cerramientos viejos al final de su vida útil, para valorizarlo, es decir, para tratar este residuo y ya limpio poder darle una nueva vida, incorporándolo de nuevo al proceso de fabricación de vidrio.