La ventana basculante o pivotante es un tipo de ventana que se caracteriza por tener un eje de rotación horizontal. Es decir, se abre oscilando sobre un eje horizontal o vertical en el centro del marco.
La abertura de estas ventanas se realiza inclinando la ventana en dirección al interior del hogar (o al exterior en algunos casos). Las ventanas basculantes se suelen utilizar como ventanas de tejado, allá donde otros tipos de ventanas son difíciles e incómodas de manipular.
Tipos de ventanas basculantes
En función del tipo de ventana basculante podremos encontrar ventanas cuyo eje está la parte superior (ideadas generalmente para situar en paredes); en la parte inferior (pensadas sobre todo para tejados); o en la zona central de la ventana ejerciendo de pivote.
Ventajas de una ventana basculante
Este tipo de ventanas ofrecen la posibilidad de regular la cantidad de ventilación y sonido que se quiere dejar modificando su ángulo de apertura. En verano, esta ventana tiene la ventaja de permitir la entrada de aire fresco por la parte inferior y la salida del aire caliente por el lado superior, equilibrando así el nivel térmico de la estancia.
La ventana basculante es una muy buena opción para ganar luminosidad en estancias que habitualmente son muy oscuras (buhardillas, altillos, etc); ya que permiten crear puntos de entrada de luz natural en lugares donde nos es habitual tenerlos. Son relativamente fáciles de limpiar y su mantenimiento no es complejo.
Una ventana basculante puede funcionar de forma manual o mediante manivela articulada. En esta última modalidad la apertura se realiza a través de una varilla cilíndrica o sistema de poleas que se encuentra de forma independiente en la pared (esto será indispensable en ventanas situadas en techos muy altos o en tragaluces).
Qué tener en cuenta
Al elegir este tipo de ventana, debemos prestar especial atención al mecanismo giratorio, pues de éste dependerá en gran medida la durabilidad de la ventana (suele ser su punto más débil si la calidad de los materiales no es la adecuada).
Si se van a instalar en un tejado, será fundamental garantizar que la ventana basculante ofrezca una hermeticidad total, por lo que tanto el sistema de herrajes, como la perfilería y la instalación de todo ella, deberá ser de la máxima calidad.
Por otro lado, al estar en contacto con el exterior, se deberá ser muy exigente en términos de aislamiento térmico. Se recomienda utilizar siempre vidrios con Aislamiento Térmico Reforzado (ATR) y control solar, que minimicen la pérdida de calor en el interior de la vivienda durante el invierno, y la entrada calor durante el verano.
Finalmente, también será crucial contar con un vidrio adecuado en términos de seguridad. Las ventanas basculantes situadas en tejados son las que más van a sufrir en términos de golpes (granizo, caída de piedras y ramas, animales andando sobre ellas, etc). Por lo que deberán contar con vidrios de seguridad que aseguran la máxima protección como SGG STADIP PROTECT®.