25 mayo, 2021
El pasado 8 de abril, la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados aprobó el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Este proyecto, junto con otras iniciativas como el “Green Deal”, impulsado por la Comisión Europea, convierten a la transición energética en uno de los temas sobre los que más se va a debatir los próximos años a nivel global.
La transición energética se entiende como “un cambio del actual modelo energético. Se trata de abandonar las formas convencionales de producir energía e implementar nuevos métodos donde la energía empleada provenga de fuentes limpias”.
La transición se enmarca en la necesidad de luchar contra el cambio climático, proteger la salud de las personas, reducir riesgos económicos, financieros y tecnológicos, favorecer la máxima eficiencia en el consumo y el consecuente ahorro, facilitar precios predecibles y asequibles y disminuir las tensiones geopolíticas propias de un modelo sustentado en la dependencia energética.
Para el año 2030, el Gobierno de España se ha propuesto reducir como mínimo un 23% las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar hasta el 42% en el uso de energías renovables por parte del consumidor. Por otro lado, siguiendo la senda marcada por la Unión Europea, en el año 2050 como fecha límite, España deberá alcanzar la neutralidad climática.
Este objetivo también afecta al sector de la Construcción, ya que se está promocionando una construcción más sostenible que incorpore elementos como las instalaciones de energía solar, eólica, hidráulica, biomasa o geotérmica. El impacto ambiental en el uso y la explotación de estas energías alternativas es exponencialmente menor que el de las energías fósiles tradicionales.
Se entiende la edificación sostenible como el desarrollo e implementación de construcciones e infraestructuras teniendo en cuenta el impacto medioambiental durante todo el periodo de vida del edificio, de sus componentes y de su destrucción, aplicando esta visión también a la rehabilitación de viviendas y a la arquitectura sostenible.
Edificar de forma sostenible es un proceso que comprende desde la elección de los materiales de construcción, el proceso constructivo, el entorno urbano, hasta la fase de demolición y la gestión de residuos. También se basa en la adecuada gestión y reutilización de los recursos naturales, el uso de instalaciones eficientes, en la conservación de la energía, y el uso de energías de fuentes renovables.
En este sentido, durante la elección de los materiales para la construcción de nuevos edificios, residenciales y no residenciales, es importante escoger aquellos que cumplan con los estándares ecológicos y sostenibles. En todo ello, tiene especial relevancia la instalación de ventanas y cerramientos, ya sea en edificios de nueva construcción o en su rehabilitación.
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