Si estás iniciando una reforma de tu vivienda o construyendo una nueva, es recomendable que dediques un tiempo a decidir qué tipo de ventanas van a ser las más adecuadas para tu proyecto. Además del componente funcional y estético, las ventanas son un elemento fundamental en el aislamiento de cualquier fachada. Su elevada incidencia sobre el confort térmico y acústico del hogar y en la factura energética hace que la elección de materiales no sea un tema baladí.
Para ayudarte a acertar, desde Saint-Gobain, hemos redactado algunos artículos con información útil para facilitar el proceso de elección. Os recomendamos estos dos otros artículos:
Dicho esto, hoy queremos dar algo más de información sobre las ventanas con doble y triple acristalamiento.
¿Qué son las ventanas con triple acristalamiento?
Las ventanas con doble acristalamiento son aquellas compuestas por dos hojas de vidrio separadas por una cámara de aire deshidratado o gas argón. Su principal ventaja frente a las ventanas simples, es la mejora de las prestaciones que ofrecen en el nivel de aislamiento térmico y acústico.
Las ventanas con triple acristalamiento añaden una hoja de vidrio adicional y su correspondiente cámara intermedia, mejorando aún más sus niveles de aislamiento frente a las ventanas con doble acristalamiento.
«Un vidrio plano puede tener una conductividad térmica en torno a 1,16w/°m2C, y a medida que se añaden cámaras de aire y láminas de vidrio adicionales, la conductividad se va reduciendo hasta 0,12 w/°m2C o menos.»
Por lo tanto, los triples acristalamientos están compuestos por tres hojas de vidrio y dos cámaras de aire. Son cada vez más demandados en obras de construcción y renovación por su combinación de propiedades de aislamiento térmico y acústico. La composición más habitual de los triples acristalamientos es: una lámina de 4 milímetros, una cámara de aire de 16 milímetros, otra lámina de 4 milímetros, una cámara de aire de 16 milímetros y otra lámina de vidrio de 4 milímetros.
¿Por qué dos cámaras de aire? Las cámaras de aire potencian las propiedades aislantes y reducen el valor U del acristalamiento, que mide el intercambio de temperatura que se produce entre el exterior y el interior de la ventana. Cuanto menor es el valor U del perfil y el vidrio, mayor es la capacidad de aislamiento de la ventana.
¿Por qué son recomendables?
Las ventanas con doble o triple acristalamiento se han popularizado en los últimos años debido al doble ahorro que ofrecen:
- Se logra un ahorro energético en invierno. Las pérdidas de energía de la vivienda se reducen, por lo que se requerirá un menor consumo energético para calentar la casa.
- Esto se traduce en un notable ahorro económico. Lograremos reducir nuestras facturas de luz y/o gas (dependiendo del sistema de climatización o calefacción que tengamos instalado).
En el caso de las ventanas con triple acristalamiento, su capacidad para configurarlas de diferentes formas les confieren un amplio espectro de prestaciones de aislamiento acústico, térmico y seguridad.
¿Cuándo instalar una ventana con triple vidrio?
La instalación de ventanas con triple acristalamiento suele suponer una importante inversión. Sin embargo, su instalación es siempre recomendable en términos de eficiencia energética. Además, no debemos olvidar, que pueden contribuir a una futura revalorización de la vivienda.
No obstante, la rentabilidad económica pura de esta inversión va a depender de la capacidad de ahorro que ofrezcan, de la duración y del uso que se le vaya a dar a la vivienda.
«No será rentable instalarlas, por ejemplo, en segundas residencias con pocos días de uso al año.»
De manera general, podemos dar las siguientes pautas:
Ubicación geográfica
En climas con inviernos templados donde las temperaturas pocas veces bajan de 5°C, no tiene sentido instalar ventanas con triple acristalamiento. La diferencia de ahorro en pérdidas de calor en comparación con ventanas de doble acristalamiento será poco significativo debido a la suavidad de las temperaturas.
Orientación de la vivienda
Las viviendas con orientación sur suelen recibir suficiente luz solar en invierno como para mantener una cierta temperatura. En zonas cuyas temperaturas invernales bajen esporádicamente de 0ºC, el ahorro energético oscilará entre un 10 y un 15%.
Fachada de la vivienda
En edificios con fachadas viejas y mal aisladas puede no ser recomendable la instalación de ventanas con triple acristalamiento. Los esfuerzos de aislamiento térmico que se realicen en las ventanas se verán mermados por el mal aislamiento del resto del cerramiento.