En otros artículos hemos repasado los factores que pueden ayudar a ahorrar en las facturas energéticas domésticas. Hoy vamos a repasar los distintos sistemas de calefacción que existen, y su coste.
Si vamos a realizar una reforma en casa o estamos en proceso de elaborar un proyecto nuevo de vivienda, conviene prestar especial atención al sistema de calefacción que se va a instalar. Acertar en el sistema elegido es fundamental para disfrutar de calefacción económica durante un montón de años, reducir al máximo las facturas energéticas domésticas y favorecer la eficiencia energética de la vivienda.
Qué sistemas de calefacción existen (los más habituales)
Calefacción eléctrica
La calefacción eléctrica a la que también nos solemos referir como «calor azul», «calor verde» o «radiadores de bajo consumo», es uno de los sistemas menos eficientes energéticamente, por lo que no será la opción más recomendable para nuestra primera residencia si buscamos una calefacción económica. La calefacción eléctrica convierte 1 kWh de electricidad en aproximadamente 1 kWh térmico.
Calefacción por aerotermia
Este sistema de climatización está basado en bombas de calor. Éstas son unas máquinas que pueden expulsar aire caliente o frío basándose en un ciclo de refrigeración reversible. Estos aparatos son habitualmente utilizados como aires acondicionados para la refrigeración de viviendas en verano. Sin embargo, en modo aire caliente presentan determinados problemas que hacen que no sean el sistema de calefacción económica más adecuado para una vivienda que va a requerir un uso intensivo de la calefacción en los meses de invierno.
Calefacción por gasoil
Los sistemas de calefacción mediante caldera de gasóleo tienen el gran inconveniente de la variabilidad en los precios. El precio del combustible utilizado puede sufrir variaciones significativas a lo largo de los años y, por lo tanto, queda más expuesto ante las fuertes subidas a nivel mundial que de vez en cuando se producen motivadas por la inestabilidad política internacional, movimientos especulativos, etc.
Calderas y estufas de biomasa (pellets)
Los pellets son el combustible de moda de unos años a este parte debido a que tienen un coste relativamente bajo. Sin embargo, su uso diario requiere de una participación más activa por parte del usuario (carga del combustible, limpieza frecuente, etc).
Calefacción por gas natural
Los sistemas de calefacción por gas natural son actualmente los más extendidos en España. Son sencillos de instalar, seguros y relativamente económicos. No obstante, cuentan con el gran inconveniente de que su uso requiere de la contratación fija mensual con algún suministrador, que además de aplicar los costes del combustible, cobra determinadas partidas fijas independientes de la cantidad de uso que se dé al sistema.
Acumuladores de calefacción
Los acumuladores de calor son aparatos compuestos por una gran piedra que se calienta con unas resistencias. Debido a la masa que tiene, esta piedra es capaz de acumular mucho calor del que se va desprendiendo poco a poco. Los acumuladores se suelen complementar con programadores que aprovechan las horas de menor coste energético de las tarifas con discriminación horaria para calentar la piedra, de modo que ésta caliente la vivienda durante el resto del día sin hacer consumo energético alguno.
Qué sistema ofrece la calefacción más económica
Si se analiza el coste promedio en 2017 en España por kWh térmico generado por cada sistema de calefacción, observamos los siguientes precios (tómense estos valores como aproximados):
- Electricidad: 0,1329 €/kWh
- Gasóleo: 0,073 €/kWh
- Acumuladores: 0,0674 €/kWh
- Pellets: 0,057 €/kWh
- Gas natural: 0,053 €/kWh
- Aerotermia: 0,038 €/kWh
Fuente: Nergiza.com
No obstante, en el cálculo del coste real también han de considerarse los gastos de instalación. Estos varían notablemente de unos sistemas a otros. Aunque de manera general y con muchos matices, podemos decir que: a mayor coste de instalación menor consumo mensual y viceversa.
El sistema idóneo para una vivienda ha de analizarse caso a caso en función de las necesidades de calefacción que se vayan a tener: la recomendación no será la misma para una vivienda habitual que para una segunda residencia; o para una vivienda en una región muy fría, frente a una vivienda en localizaciones más templadas; etc.
«En función del uso que se le vaya a dar a la calefacción, los gastos de instalación se amortizarán antes o después, y esto puede determinar qué sistema es más económico en términos globales.»