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Ventanas virtuales, una solución efectiva para lugares cerrados

¿Cambiarías una pared en blanco por el uso de ventanas virtuales con una espectacular vista exterior? Cuando se compara con una ventana tradicional, los resultados positivos podrían incluir la capacidad para elegir las vistas que queremos disfrutar o la de apagar la luz con un interruptor siempre que queramos.

El hecho de tener una habitación sin ventanas o tener edificios que obstaculicen la vista desde tu hogar dejó de ser un problema hace algún tiempo, ya que con los avances de la tecnología, esta alternativa se ha convertido en una solución eficaz para lugares cerrados.

La idea de las ventanas virtuales no es nueva. Han sido construidas durante muchos años y permiten, como principal característica, dar la ilusión de una ventana hacia el exterior, aunque el espacio sea completamente cerrado.

Las ventanas hacen una habitación y suelen ser la parte más relevante de cualquier espacio interior. Las ventanas físicas son tan importantes que a menudo dictan la forma completa del edificio y, de hecho, causan un efecto psicológico en las personas, porque una ventana que tiene una buena vista hacia un campo de flores con cielos azules, por ejemplo, puede provocar un efecto emocional estimulante, así como, siguiendo con otro ejemplo, el efecto calmante que tiene una vista hacia el océano.

En ese sentido, la falta de ventanas posee un efecto inverso. Es normal que muchas personas sientan claustrofobia en habitaciones y oficinas pequeñas sin ventanas, de hecho, una habitación cerrada puede sentirse como una trampa o incluso una prisión. Esta es la razón por la cual fueron ideados los tapices, pinturas y otras obras de arte en las paredes interiores, hasta que llegaron las ventanas virtuales.

Si las ventanas son importantes, entonces ¿por qué no todas las habitaciones tienen ventanas? Existen muchas razones y una de ellas es que físicamente, es imposible colocar una ventana en habitaciones pequeñas o ciertas habitaciones o áreas que se encuentren en la parte más centrada de un edificio, por lo que el uso de ventanas virtuales cobra mayor importancia.

Al principio, existían una serie de aspectos que complicaban el decidirse por  ventanas virtuales. Por ejemplo, los marcos no eran realistas o las imágenes como nubes, árboles y aves no estaban animadas, lo que hacía que la escena no cambiase con el tiempo y hubiese un alto consumo de energía. Sin embargo, eso ya ha evolucionado a tal punto, que en muchos casos hemos estado en lugares con ventanas virtuales y ni siquiera nos hemos dado cuenta de que lo eran.

 

Las ventanas virtuales proporcionan escenas espectaculares

Construir panoramas agradables y proporcionar escenas espectaculares le dan vida a cualquier lugar y eso ha garantizado el éxito de las ventanas virtuales más allá de la perspectiva que pueda ofrecer al momento de acercarse a ella un usuario.

De hecho, en la actualidad, son diversos los usos que se les pueden dar a las ventanas virtuales, más allá de generar un ambiente agradable para los ocupantes del lugar. Incluso, pueden llegar a ser objeto y/o canal de bromas, proyectando en las ventanas virtuales un vídeo de un suceso que, en teoría, está ocurriendo en el exterior, como una tormenta eléctrica, la caída de un meteorito, como hizo una campaña de LG, o, el derrumbe de algún edificio o, todo lo contrario, hacer ver un espectacular atardecer, una pequeña nevada o una lluvia pasajera, además de permitir observar el vuelo grupal de las aves.

 

 

Las ventanas virtuales no dañan la pared

Las ventanas virtuales suspendidas no dañan la pared de la que cuelgan. De hecho, salvo por el pequeño orificio para el cable y los tornillos, la pared no cambia lo más mínimo. Además, se pueden emplear cortinas o persianas, para hacerlas aún más reales.

Entre sus características técnicas, las ventanas virtuales cuentan con un software especializado con parámetros de pantalla configurables, resolución HD para reproducción de video e imágenes fijas, operación silenciosa, seguimiento de una persona en la sala para correcta presentación de la perspectiva, programado encendido/apagado y, desde luego, control remoto a través de una aplicación que se puede utilizar desde el móvil.

En definitiva, las ventanas virtuales simulan una ventana al mundo exterior. Pueden mostrar arte, dar sensación de apertura a una habitación y generar un sentimiento, según el uso que se le dé a esta herramienta que ahora elimina por completo los espacios cerrados, aunque sólo sea de manera virtual.