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Cómo aislar una pared

El aislamiento de fachadas exteriores de la vivienda es un elemento fundamental para lograr el nivel de confort adecuado en una vivienda. Al aislar una pared conseguiremos:

  • Mejorar el aislamiento térmico del interior de la casa, evitando que en verano nos entré excesivo calor del exterior. Lo que supondrá un uso excesivo del aire acondicionado.
  • Evitar la pérdida de calor de la vivienda y el mantenimiento de una temperatura constante en invierno. Como consecuencia, un importante ahorro del gasto en calefacción.
  • Un incremento de la insonorización. Un mayor nivel de aislamiento acústico, conlleva una casa más tranquilidad y silenciosa. En definitiva, un hogar mejor para descansar.

Aunque aislar una pared suele suponer un desembolso económico importante, es conveniente verlo como una inversión. Hoy en día la eficiencia energética, es uno de los factores que más incidencia tiene sobre el precio de una vivienda. Un casa con paredes, puertas y ventanas, cuyos materiales sean buenos aislantes, tendrá una mejor puntuación en eficiencia energética y lo que revalorizará la vivienda en el mercado inmobiliario.

Opciones para aislar una pared

Existen fundamentalmente, tres maneras de aislar una pared externa o fachada:

  • Aislamiento por el interior de la fachada (trasdosados).
  • Revestimiento de la fachada por el exterior.
  • Aislamiento por dentro del muro mediante cámara de aire.

1. Aislar una pared por el interior

En muchas ocasiones, ya sea por estética, por ser una pared de la comunidad, o por ser un edificio protegido; no contamos con la posibilidad de actuar sobre la parte exterior de una pared. En estas circunstancias, la alternativa es aislar la pared mediante un trasdosado: revestimiento que se realizan en cualquier tipo de muro que exista en un hogar.

Actualmente existen varios tipos de trasdosados:

  • Autoportante: revestimiento en el que distintas placas de yeso se instalan sobre una estructura de acero galvanizado previamente implementada sobre la pared.
  • Semi-directo: fijando directamente los perfiles de yeso al muro en cuestión y sobre ellos se colocan las mencionadas planchas.
  • Directo: se instalan las placas de yeso, con material aislante ya incorporado, directamente en el muro.

Conviene advertir, que al incorporar una nueva capa sobre la original, la pared va a aumentar unos 5 cm de espesor, reduciendo la superficie útil de las habitaciones donde se ejecute.

2. Revestimiento de la fachada por el exterior

En estos casos, la reforma se ejecutará sobre la pared exterior de la vivienda. La principal ventaja de esta opción, es que se consiguen cerrar todos los puntos de la pared por los que el calor se escapa de la vivienda; la sensación de “pared fría” desaparece; y se evita la aparición de humedad y moho por condensación superficial.

Dentro de los revestimientos exteriores, existen dos tipos de modalidades:

  • Sistema de revestimiento SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior): Consiste en aplicar a la fachada exterior un revestimiento de mortero aislante y mortero mineral. El resultado proporciona confort térmico dentro de la vivienda, y por el exterior un acabado impermeable. La principal ventaja de este sistema es que la estructura del inmueble queda protegida frente a los agentes agresivos del aire y lluvia; y apenas requiere mantenimiento.
  • Sistema de revestimiento por fachada ventilada: Para aislar una pared con fachadas ventiladas se debe fijar sobre la pared una capa de aislamiento con estructura metálica. Esta estructura metálica, a su vez, soporta una hoja (de revestimiento cerámico o metálico) separada del aislamiento mediante cámara de aire. Este método, además de ser muy eficaz para eliminar todos los puentes térmicos que puede haber en la pared, también suele suponer una mejora estética considerable.

3. Aislamiento por dentro del muro mediante cámara de aire

Cuando no se puede modificar la fachada original del edificio, y tampoco se quiere perder superficie útil en interior de la vivienda, una solución es inyectar material aislante en la cámara de aire del cerramiento de fachada.

Hoy por hoy, el sistema más comúnmente utilizado es el relleno mediante inyección de espuma de poliuretano. La inyección se realizará mediante taladros separados por una distancia de 50 cm aproximadamente. Este sistema tiene 3 ventajas fundamentales: se realiza de manera muy rápida, no requiere de mantenimiento; y es más económico que las otras dos soluciones anteriores.

Actualmente, también se puede aislar una pared en su interior con lanas minerales o celulosa.

Otros elementos que conviene tener en cuenta

Como hemos visto, las paredes son fundamentales a la hora de obtener un buen nivel de aislamiento acústico y térmico. No obstante, conviene prestar especial atención a ventanas y puertas.

«Se estima que el 13% (en viviendas unifamiliares) y sobre el 40% (en viviendas en bloque) de las pérdidas de calor de una vivienda se producen a través de las ventanas y cerramientos.»

Hoy en día, existen muchas gamas de vidrios y opciones de perfilería, pero las ventanas con doble acristalamiento SGG CLIMALIT PLUS® con vidrios de Aislamiento Térmico Reforzado SGG PLANITHERM® o SGG PLANISTARONE®  son las que mejores niveles de aislamiento térmico prestan.