Climalit

Reciclar el cristal de las ventanas para armarios y muebles

El día 5 de junio fue el Día Mundial del Medio Ambiente, la fecha más relevante en el calendario de las Naciones Unidas para fomentar la concienciación global a favor de la protección y el cuidado del planeta. Este día, que se celebra a nivel mundial desde el año 1974, se ha convertido en una plataforma global de alcance público, ya que se llega a celebrar en más de 100 países. Con el auge de la concienciación y la protección del medio ambiente, desde CLIMALIT nos parece fundamental adentrarnos en este tema y aportaros ideas y datos que os sirvan de ayuda a la hora de reciclar el cristal de las ventanas y el vidrio en general.

El objetivo en sí de este día es que todas las personas hagan algo por el planeta, algo que fomente su cuidado y su protección. Por muy pequeña que sea la acción, pequeños gestos de muchas personas se convierten en algo importante, por lo que no importa si se realiza a nivel local o nacional. Lo importante es hacerlo.

Es conocido que el vidrio es un material que se puede reciclar. De hecho, el vidrio que se fabrica en Saint-Gobain proviene en un 30% de vidrio reciclado. El vidrio está presente en nuestras vidas diarias en muchas aplicaciones, por ello, cuando nos deshacemos de una de ellas, es importante depositarlo donde le corresponde para que ese vidrio, que ya no nos es útil, tenga otra vida nueva.

En la alimentación, por ejemplo, es importante señalar las diferencias que existen entre utilizar un recipiente de vidrio o uno de plástico, al igual que ocurre con las botellas de agua reutilizables. El vidrio, además de mantener los alimentos y los líquidos frescos, no altera las
propiedades del producto, mientras que el plástico sí puede hacerlo. Y no solo eso, sino que el principal problema que presenta el plástico es que no es biodegradable y, en su mayoría, termina en los océanos en lugar de ser reciclado; mientras que el vidrio, si se deposita en el contenedor oportuno, tendrá una nueva oportunidad, porque la capacidad para reciclarlo es real, efectiva e infinita, algo que no ocurre con el plástico.

El plástico se está convirtiendo en un auténtico problema a nivel mundial. De hecho, la Universidad Estatal de Nueva York y la Universidad de Minnesota han realizado numerosos estudios junto con la Royal Society, llegando a esclarecer que, tras analizar muestras de agua marina y dulce de los cinco continentes durante la última década, existen, al menos, 4000 millones de fragmentos de plástico por cada kilómetro cuadrado de las playas, barreras coralinas y superficies marinas. El 83% del agua del grifo está contaminada también con este residuo, siendo EEUU quien posee el índice más elevado de contaminación, con un 94%.

Además, el vidrio más común en los hogares, el de las ventanas, o incluso el de los espejos, puede ser reciclado y reutilizarse para decorar otras estancias o espacios o transformarse en un mueble. Las posibilidades son infinitas siempre que existan las ganas y las habilidades necesarias.

De hecho, no solo hay que reciclar el vidrio en sí, sino que incluso se pueden aprovechar las contraventanas viejas para crear elementos decorativos muy llamativos. Simplemente, colocando varias contraventanas en una pared lisa, podemos crear un espacio, visualmente, repleto de “cuadros”. Otro ejemplo es convertirlas en la base de una mesa o en la puerta de un armario, pueden dar un toque estético, original y novedoso a la decoración de tu hogar.

Actualmente, está en auge la reutilización de materiales y objetos vintage para la decoración del hogar, ya que, si se optan por tonos muy neutros y estética minimalista, estos objetos son los que marcan la diferencia y aportan personalidad a la casa.

Lo fundamental es saber buscarle una segunda vida, pensar en el reciclaje del vidrio, y no tirarlo sin importarnos donde. El planeta lo agradecerá, y las generaciones futuras también.