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Cómo elegir una ventana corredera adecuada

El tipo de apertura de las ventanas puede afectar a nuestro día a día más de lo que parece. Las ventanas, aun siendo elementos fijos de la vivienda, se utilizan con asiduamente en la rutinas diarias. Existen varios tipos de ventanas (abatibles, batientes, oscilobatientes, osciloparalelas, pivotantes, fijas, combinadas…). Cada tipo de apertura tiene unos pros y unos contras. Por ello, antes de proceder a instalar unas nuevas, conviene reflexionar qué uso le vamos a dar a cada una de las distintas ventanas (se van a estar abriendo mucho o poco, va a ver muebles situados cerca, van estar situadas cerca de zonas de paso, van a ser accesibles o no por niños y animales, etc).

Qué es una ventana corredera

En este artículo vamos a intentar explicar las posibilidades de la ventana corredera. Las ventanas correderas son aquellas ventanas compuestas por dos o más hojas practicables que se desplazan horizontalmente sobre un carril insertado en el marco. Al abrirlas sus hojas quedan superpuestas no permitiendo la apertura total del hueco. Son la opción adecuada para zonas limitadas por muebles o esquinas.

Ventajas de las ventanas correderas

  • Permiten ahorrar espacio: La principal cualidad de una ventana corredera es su capacidad de apertura sin que suponga una merma de espacio. Al abrirse no hay invasión del espacio interior, por lo que no importará lo que se tenga debajo o delante de la ventana. Ésta podrá abrirse sin tener que retirar nada, permitiendo así un mejor aprovechamiento del espacio de la habitación.
  • Menor riesgo de accidentes: Al abrirse no dejan picos expuestos, evitando así dolorosísimos y peligrosos golpes en la cabeza y espalda.
  • Mejores vistas y mayor iluminación: Las ventanas correderas suelen llegar a tamaños de hoja mayores con mayores porcentajes de vidrio, requiriendo carpinterías menos aparatosas que otro tipo de ventanas como las abatibles. En consecuencia, a mayor superficie de vidrio, mayor visibilidad y mayor cantidad de luz penetrando en el espacio.

Desventajas de las ventanas correderas

  • Apertura parcial: La ventana corredera no permite la apertura total, por lo parte del hueco estará siempre cubierto por cristal.
  • Menor aislamiento térmico: Aunque en los últimos años la hermeticidad y nivel de aislamiento térmico de los nuevos modelos de ventana corredera ha mejorado ostensiblemente, aún continúan ofreciendo peores prestaciones que otro tipo de aperturas como las abatibles o oscilobatientes. Por lo tanto es importante cuidar especialmente la composición de vidrio a instalar para que no se convierta en el punto débil del cerramiento. Elegir vidrio con elevado aislamiento térmico permite conseguir un mejor confort todo el año.
  • Peor nivel de aislamiento acústico: La deficiencias en la hermeticidad de los sistemas de ventanas correderas, también perjudica al nivel de ruido. Las ondas sonoras se filtrarán parcialmente hacia el interior de la vivienda; por lo que este tipo de ventanas no está recomendado en áreas con mucha contaminación sonora (ciudades, viviendas cercanas a carreteras y vías de tren, etc). Para mejorar el aislamiento acústico, se recomienda contar con una composición de vidrio adecuado, el doble acristalamiento SGG CLIMALIT PLUS es ideal para limitar la entrada de ruido, y sus prestaciones acústicas se ven optimizadas si además incluye el vidrio SGG STADIP SILENCE.
  • Incomodidad para limpiar: Para limpiar los cristales será necesario sacar el brazo por fuera, lo que habitualmente conlleva una postura poco cómoda. Además, los raíles suelen ser un lugar dónde se va acumulando la suciedad, y resultan engorrosos de limpiar.

En qué fijarse para elegir la adecuada

Como hemos comentado, debido a su mecanismo de apertura y cierre, la ventana corredera tiene ya de por sí ciertas carencias de hermeticidad. Por ello, es especialmente relevante prestar atención a su calidad.

«La calidad de las ventanas que instales tendrá una incidencia directa en el confort de tu vivienda. Esto es aún más cierto en el caso de la ventana corredera.«

Conviene fijarse en su nivel de transmitancia térmica. Este viene indicado por el valor U. Este valor habla de la cantidad de calor que pasa a través de la ventana. Cuanto más bajo, mejor.

El segundo elemento al que se debe prestar atención, es la permeabilidad al aire. En una ventana corredera siempre va a ser peor que en la de una buena abatible. Aunque hay correderas en el mercado muy competitivas que no están nada mal de estanqueidad.