El 21 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro Energético. En la actualidad, todos somos conscientes de que el consumo de energía implica el uso de recursos naturales. También sabemos que éstos son limitados en nuestro planeta, y que su extracción conlleva un elevado coste tanto a nivel económico como a nivel medioambiental.
Ya que el cuidado del medioambiente y del planeta se está convirtiendo en una auténtica batalla para todos los ciudadanos, se ha establecido este día con la finalidad de concienciar con el reto de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, entre un 80% y un 95% entre los años 2050 y 2100. Se trata de un proceso de erradicación de combustibles fósiles abriendo paso, a su vez, a las energías renovables, tan relevantes hoy en día.
Para que cada ciudadano aporte su granito de arena, es importante ser consciente de la relevancia que tiene fomentar el ahorro energético en todos los ámbitos de nuestra vida: en nuestras viviendas, en el trabajo, en los lugares públicos…
En el interior de nuestra casa podemos realizar infinidad de acciones, como comprar bombillas de bajo consumo que fomenten un ahorro en la energía eléctrica, así como el uso de electrodomésticos de bajo consumo. En la actualidad, los electrodomésticos han evolucionado, por lo que es factible tener una lavadora que consuma lo mínimo y que deje la ropa perfectamente limpia. A la hora de comprarlos, fíjate siempre en el tipo de consumo y en la etiqueta de eficiencia energética que tienen para saber cuál elegir.
Otra opción también es la de desenchufar todos aquellos aparatos que no están en uso, ya que, aunque no estemos utilizando un cargador o cualquier otro aparato, si está enchufado a la corriente eléctrica sigue consumiendo energía.
Dentro de los hogares, son muy importantes las acciones que se realizan día tras día, así como contar con materiales adecuados que favorezcan el aislamiento térmico y control solar. Si contamos con dobles acristalamientos SGG CLIMALIT PLUS con PLANISTAR ONE, la cantidad de luz natural que entra dentro de la vivienda es muy elevada, manteniendo a su vez una temperatura del interior estable y agradable. De este modo, se puede ahorrar en el uso de calefacción o aire acondicionado, además de evitar encender innecesariamente las luces del interior de la vivienda, ya que la luz natural del sol se aprovecha al máximo.
Otro factor a tener en cuenta en referencia a las ventanas es el tipo de perfilería o material que se utilice. Tener una vivienda más sostenible gracias al tipo de ventanas que lleve es factible, ya que en la actualidad existen una gran variedad de materiales y soluciones que buscan la mayor eficiencia y el máximo ahorro posible. El PVC, por ejemplo, es un material muy valorado por su gran capacidad aislante, así como por su larga vida útil y su sencillo mantenimiento. Este material es perfecto para utilizarlo en ventanas con un excelente aislamiento térmico, con un buen equilibrio entre precio y calidad. El aluminio, muy utilizado en líneas generales, es un material muy resistente a los cambios de temperatura y con muchas opciones de acabados decorativos. Es conductor del frío y del calor, por lo que es necesario insertar en las ventanas la rotura de puente térmico (RPT). La madera ofrece un gran aislamiento acústico y una buena resistencia a los golpes y al clima. Sin embargo, este material requiere de un mantenimiento mucho más detallado y frecuente, siendo aconsejable utilizar agua y jabón y, dependiendo de la ubicación, aplicar protector tras un lijado.
Y no debemos olvidarnos de una correcta instalación de las ventanas (recepción en el muro) si queremos obtener el confort esperado y comprobar el consiguiente ahorro económico en la factura de calefacción y refrigeración.